CALUMNISTAS

La prensa mundial y la española también, siempre han tenido columnistas. Periodistas o personas de prestigio; científicos, poetas, filósofos… que periódicamente tienen un espacio donde publican sus opiniones. Generalmente se trata de un análisis de la actualidad vista con su prisma personal. He disfrutado de la lectura de textos de la columna que Hannah Arendt escribió regularmente en el New Yorker, una revista estadounidense de noticias y cultura. Sus columnas, publicadas entre 1945 y 1973, cubrían una amplia gama de temas, desde la política y la filosofía hasta la literatura y el arte. Hanna Arendt la titulaba “Esto va de ti” y vinculaba esas áreas con la vida cotidiana de las personas. En cierto modo intentaba decir “estos decretos económicos, esta actividad política o social, te afecta a ti, a tu vida”. Y yo añadiría “aunque tú pases de ello”.

Desgraciadamente, con la desaparición de muchas cabeceras de periódicos, se está produciendo un fenómeno tremendamente negativo que algunos políticos lo consideran “el mayor peligro en este momento para a la sociedad civil y para la democracia”. Y es que los grandes medios han dejado de hacer de cuarto poder para convertirse en herramienta del poder que ejercen los grandes grupos económicos financieros o industriales, nacionales o internacionales. De esta manera, hemos pasado de tener columnistas a calumnistas que hacen de la calumnia y la mentira su “trabajo” diario. Si repasamos, por ejemplo, el ABC, La Razón o El Mundo(1) vemos cómo sus “columnas” están dedicadas a la calumnia y el “combate” contra todo aquello que se puede oponer al interés de sus jefes. Eso se personifica en este momento en Pedro Sánchez, en el PSOE y en sus aliados social-comunistas bolivarianos.

No hubiera escrito esto porque creo que “donde llego” ya lo saben mejor que yo. Pero esta vez han coincidido dos circunstancias que me han invitado a coger la pluma(2): una que un amigo mío al que aprecio mucho me ha mandado una columna de Raúl Del Pozo como elemento de reflexión. Yo no sigo a Del Pozo desde que paso, hace ya bastante tiempo, de “verso libre” a mercenario de El Mundo y, por lo tanto, de los poderes más reaccionarios. “Amnistía o Amnesia” se vomitó el 30 de Agosto, yo he esperado porque he querido ratificar viendo diariamente la “columna” de Del Pozo hasta hoy, para poder ratificar su desprecio por la verdad y que su único objetivo es atacar cualquier cosa que no sea PP-VOX. A veces el tema es están grotesco que si no fuera tan serio, sería cómico. Por ejemplo, otro famoso calumnista de El Mundo, Jorge Bustos publicó hace unos días un tweet quejándose de la injerencia del estado en la vida de la gente por el SMS de aviso de la DANA. Alguien le señaló que el mensaje no lo mandó Pedro Sánchez si no Isabel Díaz Ayuso. Enseguida borró el tweet y “aquí paz y después gloria” demostrando, una vez más (ad nauseam), que su trabajo no es analizar la actualidad con rigor, si no buscar elementos para insultar al gobierno.

Otro ejemplo, ante la decisión del juez de sacar a Monedero y Podemos del caso “Neurona” periódicos cómo ABC, El Mundo o La Razón que en su momento dedicaron portadas y grandes titulares cuando se produjeron las imputaciones, han escondido la noticia entre sus páginas. De los grandes medios sólo el grupo Prisa ha dado visibilidad a la noticia. El Mundo, por ejemplo, ha publicado un pequeño cuadrito dentro de otra columna en una página izquierda del periódico.

El segundo aspecto que me llamó la atención de la columna “Amnistía o Amnesia” es que utilizaba (entiéndase esto en todas sus acepciones) un fragmento del último libro de Felipe Alcaraz, Siberia, que, curiosamente, yo estaba leyendo en ese momento. Del Pozo comenta:

Como escribe Felipe Alcaraz en Siberia, su gran y última novela, “los socialdemócratas son. además, cómplices de los recortes y de la jibarización de la vida, que han convertido a los ciudadanos en clientes. «Los comunistas -escribe- han sido conducidos a la antesala de la nada. Los sindicatos han perdido todo prestigio»”.

Puedo estar de acuerdo con esa frase, pero oculta algo que define muy bien su papel en un fragmento de la página anterior:

Amador me contó que al principio, cuando él se dio a conocer como cantaor, Felipe Aumente, el gurú granadino del arte flamenco, le aconsejó un día, de forma muy directa, que no mezclara la política con el cante, y que debía desarrollar su carrera al margen de la política, o no tendría buenos resultados.

Otro día, el mánager de Felipe Aumente, tomando copas por los bares del centro de Granada, le dijo a Amador que, mejor que estar al margen de la política, era ser un renegado, un arrepentido que reconoce su culpa y llama de nuevo a la puerta de la realidad. «Sí, eso lo paga bien el sistema».

Ahí sí que define Alcaráz la esencia de Del Pozo y tantos otros que han descubierto lo rentable que es ser un renegado “arrepentido”: el sistema lo paga bien.. y la pasta es la pasta. Me parece muy relevante también la cita de Saramago que contiene el libro:

«La pregunta no debería ser ¿qué queda aún de la izquierda?, sino ¿qué hemos abandonado de la izquierda?… Espero que la izquierda (la que todavía queda) lo entienda a tiempo».

En fin, para estos columnistas calumnistas, todo vale. Si llueve como si no, la culpa es del Sanchismo y sus aliados separatistas y comunistas. Y en ese campo embarrado tenemos que jugar.

NOTAS:

(1) Excluyo al grupo PRISA que claramente, aun dando voz a diversos comentaristas conservadores, excluye claramente a los «insultadores» oficiales. También excluyo a tantos medios que, incluso desde líneas editoriales claramente conservadoras intentan «guardar las formas).

(2) A veces creo que expresiones como «coger la pluma» ya no son «comprensibles» para mucha gente … pero me resisto a evitar su uso.