El mismo día que se entregaban 280.000 firmas en el Congreso de los Diputados pidiendo la eutanasia, Getafe Capital pubicaba esta breve reflexión mía.

http://www.getafecapital.com/2019/02/muerte-digna-y-eutanasia/

Texto:

Hace unos meses murió un amigo, le había dado un ictus muy grave y hasta el momento de su muerte estaba inmovilizado, no tenía ningún tipo de expresión ni respondía a ninguno de los estímulos exteriores. Un respirador artificial mantenía su vida física. Antes de ese episodio había acordado con sus familiares que cuando su situación fuera esa, acabaran con su vida y había hecho un testamento vital. Dentro del inmenso dolor que eso supone, este testamento había permitido a sus familiares exigir que se apagasen las máquinas que mantenían vivo el cuerpo.

El otro día escuché un programa de radio a una familia del País Vasco que está movilizándose para que se aprobara una ley de Eutanasia. (ver: change.org eutanasia y www.sosamatxu.wordpress.com). Una mujer padecía Alzheimer y después de un largo proceso las únicas palabras que salían por su boca eran “dolor” “miedo” “dolor” Cuando la diagnosticaron su enfermedad expresó claramente su voluntad:

Tienes que hacerme una promesa: el día que no recuerde uno de vuestros nombres, ese primer día que veas que os confundo, que no sepa como os llamáis…. por favor, no esperéis a que me olvide de vosotros, a que no os reconozca como hijos o que no reconozca a aita. Ese día me tienes que ayudar a marchar.

Pero el testamento vital aquí no sirve: No hay máquina que desconectar. y la vida se va desconectando poco a poco con sufrimientos insufribles. Con la voz entrecortada, más descorazonado que cabreado, su hijo se expresaba estas ideas que hago mías: ¿Cómo es posible que los que llenan las calles de banderas para defender la “dignidad de la nación” no defiendan la dignidad de las personas?, ¿Cómo posible que un Estado laico viva secuestrado por una religión arcaica y se obligue por ley al dolor y al sufrimiento a tantos enfermos?

No sé bien qué es la “dignidad de una nación”, pero sí sé lo que es una indignidad: gastar tanto dinero banderas y recortan en vendas. Recortar en las vendas que alivian el dolor y el sufrimiento, recortar en las vendas que alivian el dolor del paro (la cadena Día anuncia 2100 despidos). Mas banderas, mientras cientos de familias se quedan sin vivienda, mientras miles no pueden poner la calefacción. Eso si es una indignidad. Menos banderas y más vendas.

Noticia sobre entrega firmas:

https://elpais.com/sociedad/2019/02/11/actualidad/1549871164_499018.html