Yo no me siento culpable.

Voy, como tantas otras veces, a escribir algo “políticamente incorrecto”, estos días mi Twitter y Facebook arde de carteles y mensajes rechazando la fiesta del 12 de octubre y denunciando las barbaridades que hicimos en América “Latina”.

El doce de octubre siempre me pareció un buen día, de pequeño porque no había clase, de mayor porque no trabajaba… por lo demás, eso de la fiesta NACIonal, no me decía nada o, mejor, no me decía nada bueno. Sigo odiando los desfiles y las exaltaciones patrióticas. Y al escribir esta última frase veo que ya empiezan mis incongruencias: ¿Por qué defiendo el derecho a decidir en Cataluña o el País Vasco? ¿Por qué veo con satisfacción la Diagonal llena de estrelladas o la Gran Vía de Bilbao a rebosar de Ikurriñas?. ¿Por qué pienso en la Gürtel cada vez que veo esos enormes mástiles con proporcionales rojo y gualdas a la entrada de los pueblos por donde ha mandado o manda el PP?.

Pero ese no es hoy mi tema. Creo que con todo lo malo (mucho) que hayamos hecho en Hispanoamérica, también llevamos nuestra cultura, nuestra lengua, nuestra civilización. Es un legado que está ahí. Es verdad que bajo muchas basílicas a la virgen hay ruinas mayas. Pero también debajo de muchas basílicas cristianas hay otras musulmanas y debajo de estas, otra visigoda o romana, y debajo de esta hay una ciudad púnica construida sobre los restos de un poblado íbero o de la edad del bronce. Es decir, ha sido un procedimiento generalizado y cultural el aprovechar, ocupar y cubrir una civilización con la siguiente. Pero estamos hablando de los siglos XV a XVIII y los españoles no hicimos algo que no se hiciese de forma generalizada por las distintas potencias y culturas en cada momento. Era lo que bendecía el Papa e incluso la razón. En aquel momento no eramos conscientes de los estragos que la gripe podía ocasionar entre los pueblos indígenas, y en «castigo» nos trajimos el tabaco. No veo a los italianos fustigándose por lo que hicieron en España o en la Galia (exceptuando claro, a la tribu de Asteríx;).

Incluso, a pesar de causar tanto dolor, han sobrevivido muchas culturas y pueblos autóctonos. Sin embargo, por ejemplo, no se puede decir lo mismo de lo que hizo Inglaterra (y sus herederos) en EE.UU. o el Canadá. Es más, hasta mediado el siglo XIX, EE.UU. no abolió la esclavitud que era no reconocer la cualidad de “persona” a los esclavos. Eso ya en pleno siglo XIX. Es más, si de brutalidad hablamos, el súper culto y católico Rey Leopoldo de Bélgica mandaba cortar las manos o las piernas, o los genitales a los negros y negras, niños o adultos, que no obtenían el suficiente “rendimiento” en sus minas del Congo. !Eso en el siglo XX ya! (hasta 1908). Por eso, me indigna que en libros como “La cultura: Todo lo que hay que saber” de Dietrich Schwanitz se denuncie el comportamiento español en América y no se haga referencia a hechos ocurridos no en el siglo XVI, sino en el XIX y XX. Por cierto, libro bastante malo si nos atenemos a que sólo considera a Europa como fuente de cultura… si se hubiere titulado la cultura europea… quizás diría que el libro merece la pena.

Antes he mencionado a Los Mayas, pues bien, la cultura maya desapareció antes de nuestra llegada, como otras. No siempre son necesarios los bárbaros españoles para el colapso cultural y político de determinadas culturas. ¿Qué pasó en Iberia con Tartessos? (hoy no toca)…

En definitiva, nada de fiestas con banderas nacionales, nada de desfiles militares… como si fuese un tema bélico. Pero herederos de la gran cultura latina que, junto a los portugueses, configuramos en tantos sitios del mundo. Necesitamos abrir más complicidades y lazos de amistad y colaboración cultural  y ya sin etiquetas de jerarquía con la comunidad latina que configuramos todos…. Y hasta podemos dejar a los italianos que se asomen, a fin de cuentas, ellos fueron nuestros “padres”.

Fotos del Congo del muy culto y católico Leopoldo II de Bélgica.

Algunos carteles alusivos a nuestra historia:

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José Valentín Ramírez